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¿Qué te pasó Buenos Aires?

Las gloriosas brisas que te atravesaban ya no son las mismas, te noto un tanto decepcionada. Sentada te quedaste, contemplando como los años pasan, mientras tu roto y sucio vestido se arrastra. Los años de bonanza ya pasaron, tu piel está poluÍda y tus edificios con fachadas tristes te destacan. Te fue muy mal, las noches bohemias, cabaret y fantasía no volverán. ¿A quién miras tanto Buenos Aires? algo se esconde detrás de aquella mirada soberbia, pero cansada, de mujer de armas desilusionada. Te estás quedando dormida en tu planicie porteña, descansas mientras de tus encantos tu gente habla. De ese tanguito frenético, San Telmo y Caminito, de ese obelisco que emerge clavado de desde tu pecho. ¿Cómo poder describirte tan sólo con una palabra? Quizás caminando por los caminitos del recuerdo, encontraré algo que decir de ti más allá de tu dolor y sufrimiento que se encuentran escondidos bajo el sonido de los bandoneones angustiados que se dejan escuchar en tus lúgubres boliches de avenida de Mayo, de la gente que no tiene nada y duerme en tus grandes avenidas, esperando verte renacer desde el fondo de tus sucias llagas. Descansa Buenos Aires herida, después de todo; eres señora, madre de ternuras y amores de toda una nación.

Texto escrito en el McDonalds de Corriente con 9 de Julio, bajo una insistente tormenta electrica cuando el reloj marcaba las 00.35 de la noche.